El Supermercado llega a Tarapoto

Este 14 de diciembre fui testigo, una vez más, de la llegada de la primera cadena de supermercados a una ciudad peruana; esta vez fue Tarapoto, la nueva joya del turismo peruano. Tal como sucedió en cada ciudad del país, la llegada de las grandes superficies comerciales remueve el movimiento comercial de las ciudades y la población asiste masivamente a la inauguración, colapsando las vías cercanas, formando interminables y serpenteantes colas para ingresar al supermercado.

Si revisamos la historia de las primeras incursiones de supermercados a las diferentes ciudades del país, la mayoría de las veces ha sido a través de Supermercados Peruanos, con su marca emblema Plaza Vea. Fueron ellos quienes, en esta ocasión, llegaron a Tarapoto, junto a la tienda de mejoramiento del hogar Promart y otras tiendas menores.

Aquí en este blog, se ha usado en diversas ocasiones la expresión “no es falta de demanda, es falta de oferta” y, en el caso de Tarapoto, parece una frase que le cae como anillo al dedo. La principal ciudad de la selva alta peruana está experimentando una transformación positiva, con fuerte desarrollo comercial y turístico, así como un sostenido crecimiento del PBI regional, que la convierte en una ciudad con una demanda atractiva.

Tarapoto, y en general la región de San Martín, fue seriamente afectada por el terrorismo y las plantaciones destinadas al narcotráfico, que alejaron y retrasaron el crecimiento comercial y turístico de la zona por varias décadas. Afortunadamente, de lo anterior no quedan muchos rastros. De hecho, es una de las ciudades (si tomamos como referencia las 20 ciudades más pobladas del país) que presenta más bajos índices de delincuencia, según los informes del Ministerio del Interior.

Si revisamos información histórica de hace una docena de años atrás, la ciudad de las palmeras, como se le conoce a Tarapoto, no figuraba en el espectro turístico del país; la ciudad tenía una imagen diferente, con escaso desarrollo urbano.

Todo eso ha ido cambiando. Las gestiones municipales pusieron mucho énfasis en la mejora de la imagen de la ciudad y las cifras del sector turismo han crecido dramáticamente. Según información del Mincetur, hoy Tarapoto duplica en arribo de turistas nacionales a Iquitos y Pucallpa, y triplica en arribo de turistas nacionales a Puerto Maldonado y la región Amazonas.

El arribo de pasajeros al aeropuerto tarapotino, Guillermo del Castillo, se ha quintuplicado en esta década y, en general, la ciudad experimenta un crecimiento que no podía ser desconocido para Intercorp Retail ni para los inversionistas hoteleros que están llegando a la ciudad.

El plus adicional es que la región está exonerada de IGV para empresas radicadas en la selva. Por ello Supermercados Peruanos creo expresamente la razón social Plaza Vea Oriente SAC que atiende a Tarapoto, Jaen, Huanuco y Pucallpa. Queda por ver si esa exoneración de IGV se refleja en menores precios al cliente o sólo en mayores utilidades para la empresa.

El impacto de la llegada de Plaza Vea ha sido exitoso. En los primeros días, ha habido varios momentos de quiebre de stock en muchos productos en el supermercado, lo cual indica que la inauguración ha sido más exitosa de lo que se estimó.

Los comercios locales tendrán una competencia importante. Hay muchos estudios que han analizado el impacto del supermercadismo en el mundo y hacen prever que habrá beneficiados y perjudicados. El supermercado local La Inmaculada, por ejemplo, tendrá una prueba de fuego: mejorar y ponerse a competir.

Tenemos otros casos de cadenas locales compitiendo exitosamente. Un ejemplo de éxito, resistencia y crecimiento es el supermercado tradicional arequipeño Franco Supermercados, quien, pese a los 10 supermercados de cadenas nacionales que hay en la Ciudad Blanca, se ha mantenido, fortalecido y expandido, planeando ahora ampliar su cobertura a Lima, con una primera tienda en Surco.

Finalmente, los beneficiados serán los tarapotinos, quienes, debido a la poca oferta previa, tenían pocas opciones que escoger y, si comparamos precios entre los comercios en Tarapoto con los supermercados de Lima usando la plataforma Prix.Tips, encontraremos que los precios en Tarapoto, previos a la inauguración de Plaza Vea, estaban entre 25% y 30% más que en Lima. Por tanto, bienvenida la competencia a Tarapoto.

Un clúster minero para el sur del Perú

El concepto de clúster es utilizado en distintos contextos y muchas veces se refiere a cosas distintas, siendo su propia definición un obstáculo para su correcta implementación. Michael Porter, de la Escuela de Negocios de Harvard, utiliza las siguientes frases para explicar un clúster:

  • Se presenta como una nueva forma de pensar en cuanto a la economía y la organización de esfuerzos en cuanto a ésta.
  • Mejora la alineación con la realidad de la competencia y las fuentes de ventaja competitiva.
  • Incluye eslabones importantes en términos de tecnología, destrezas, información, mercadeo y necesidades del cliente que se dan entre firmas e industrias; eslabones fundamentales para la dirección y el ritmo de la innovación.
  • Reforma el papel del sector privado, el gobierno, las asociaciones de comercio y las instituciones de educación e investigación.
  • Reúne a empresas de todos los tamaños.
  • Crea espacios para un diálogo constructivo entre empresas y el gobierno.
  • Es un medio para identificar oportunidades comunes, no solo problemas comunes.

En otras palabras, se trata de un esfuerzo conjunto por parte de instituciones de diversos tipos pero relacionadas (geográficamente y por su relación con un determinado sector productivo), por solucionar problemas comunes y explotar oportunidades que beneficien directa o indirectamente a los actores del clúster e incrementen la competitividad del sector en un área geográfica determinada.

Si esta definición es correcta, y cada componente de esta es necesario para que exista un clúster, es posible que en el Perú no exista ningún clúster totalmente constituido y funcionando adecuadamente, faltando en la mayoría de casos ingredientes como “esfuerzo conjunto” o “beneficios comunes”, y es que lo común en la mayoría de iniciativas de clúster en el país es ver a empresas que, si bien buscan asociatividad para crecer como sector, no llegan a tener un nivel de cooperación y mirada conjunta hacia el futuro para conseguir los reales beneficios de un clúster maduro.

Lo que está ocurriendo en el sector de la gran minería en el sur del Perú parece ser una buena oportunidad para constituir un clúster que funcione en el corto plazo y pueda madurar hasta estándares internacionales. Concretamente, el sector minero en el sur posee las siguientes características para aspirar al desarrollo de un clúster real:

  • Gran número de operaciones mineras de gran escala y de primer nivel concentradas geográficamente, pertenecientes a las principales empresas mineras del mundo, que representan parte importante de la producción mundial de algunos minerales, como cobre.
  • Proveedores internacionales y algunos proveedores locales con estándares internacionales.
  • Cercanía al clúster minero de Chile (Antofagasta).
  • Aceptación relativamente alta de la minería formal por parte de la población del sur del país.
  • Yacimientos por explotar.
  • Gobiernos regionales, municipalidades y universidades reciben canon y regalías mineras, contando con recursos para apoyar el desarrollo del clúster (infraestructura, investigación, articulación).
  • Instituciones como cámaras de comercio y entidades de cooperación interesadas en impulsar el desarrollo de dicho clúster en el sur.
  • Interés del gobierno central y ministerios por impulsar el desarrollo de clústeres en el país.
  • Desarrollo manufacturero y de proveedores en la ciudad de Arequipa, que puede funcionar como hub y centro del clúster, y que cuenta además con un recurso humano relativamente bien capacitado.
  • Condiciones (macroeconómicas, fiscales, sociales) relativamente estables para la inversión extranjera.
  • Posibilidad de aprender y crear alianzas de cooperación con clústeres mineros consolidados, como son los de Chile, Canadá y Australia.

Pareciera que los principales ingredientes faltantes para que esto pueda ser una realidad son liderazgo –que para que el clúster funcione en el largo plazo debe provenir del sector privado–, una metodología y plan de acción adecuados, y sobre todo una disposición de los distintos actores de fijar objetivos comunes y dejar de pensar únicamente en el beneficio individual. Me atrevería a decir que a los peruanos en general nos cuesta esto último –en comparación, tal vez, con los chilenos, canadienses y australianos–, pero si un pequeño grupo decide ir en la otra dirección y logra algo positivo, sembrará la semilla para el desarrollo de otros clústeres reales en distintos sectores y regiones del país.